lunes, 31 de agosto de 2009

Carta en ZETA y precisiones a la misma...

Lic. Martín Aguilar,

Correo: jmao13 @hotmail.com

En respuesta a su carta “Punta Brava” publicada en la sección “Opinionez” del semanario ZETA (http://www.zetatijuana.com/html/Edicion1835/Opinionez-PuntaBrava.htm) nos permitimos hacer las siguientes precisiones:

Primero: no defendemos a la "ecología" sino al derecho de los ensenadenses al Desarrollo Sustentable, y a disfrutar de ese Paisaje Cultural y su medio ambiente, el cual debe permanecer para su uso racional por las generaciones presentes y futuras,

Segundo: no somos ecologistas ni este movimiento se opone a la actividad pesquera, esa es una distracción inventada por usted,

Tercero: no somos "guerrilleros ambientalistas", no apostamos por la violencia y nuestras acciones están perfectamente enmarcadas dentro de la institucionalidad.  Como ciudadanos mexicanos, hacemos lo que en Derecho nos corresponde y al Derecho nos apegamos,

Cuarto: como ya lo establecimos, no defendemos "especies" ni “sufrimos más que ellas” (si opina lo contrario pruébelo),

Quinto: es responsabilidad de TODOS los mexicanos denunciar actos indebidos y la defensa "de otras zonas supuestamente amenazadas con la extinción de vestigios arqueológicos", no es sólo nuestra responsabilidad, si usted sabe de estos actos, entonces también es SU responsabilidad denunciarlos ante las autoridades competentes,

Sexto: no tenemos fobia al desarrollo económico, sino a la destrucción irracional de nuestro patrimonio cultural y natural,

Séptimo: este movimiento no es "grilla", es un movimiento ciudadano legítimo que no busca posiciones políticas ni de poder partidista, si usted no está de acuerdo con nuestras posturas, eso no le da derecho a descalificarnos sino a disentir de ellas. Consideramos que SI tenemos la responsabilidad civil de dialogar con las partes interesadas en estos asuntos y que este dialogo se debe realizar de forma respetuosa de todos los puntos de vista,

Octavo: insistimos en que no somos ecologistas y no sabemos a qué comodidades se refiere, porque este movimiento no critica comodidades, sino el sitio y la forma en que se pretende desarrollar el proyecto en cuestión,

Noveno: la carta que enviamos a los medios SI tiene firmas, teléfonos y correos electrónicos. Tan los tiene que hemos recibido una gran cantidad de comentarios a favor y en contra del movimiento. Probablemente la carta que usted recibió le fue reenviada sin esa información o es la versión para firmarse en línea,

Décimo: en nuestra opinión, nuestros argumentos son muy sólidos y, sobre todo, válidos y dignos de ser tomados en cuenta. Los sitios arqueológicos en cuestión SI existen, son muy importantes y el proyecto, como se ha previsto en su tiempo y dimensión de desarrollo, no permitirá la excavación exhaustiva para el adecuado estudio de esos vestigios. Además, la flora y fauna SI se verán afectadas y los planes de de mitigación y restauración de los promotores no garantizan el éxito de sus propuestas. Punta Banda es una de las últimas áreas donde todavía es posible encontrar en excelente estado de conservación el amenazado matorral costero e innumerables sitios arqueológicos. Este paisaje espectacular tiene acantilados, cuevas, terrazas y pozas marinas creando un ambiente costero único en la región. Su relevancia cultural y arqueológica ha sido documentada por la comunidad científica internacional y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),

Décimo primero: en nuestra opinión, SEMARNAT e INAH no hicieron una adecuada evaluación del sitio para fines del impacto por la construcción del proyecto; han simulado, o francamente pasaron por alto muchas de las observaciones hechas al Manifiesto de Impacto Ambiental y a los dictámenes especializados,

Décimo segundo: podríamos suponer que, si usted se precia de conocer al señor Harry Turner, entonces la carta que usted escribe no está exenta de un interés personal legítimo, pero NO puede ser objetiva,

Décimo tercero: sin duda: el señor Turner quiere "detonar" Punta Banda y esos "osados inversionistas" acuden al cabildeo de más alto nivel para tratar de empujar su proyecto, tal y como lo intentaron al invitar al Presidente Felipe Calderón a visitar el sitio, conocer el proyecto y avalarlo aún y cuando este se encontraba todavía en revisión en SEMARNAT. Esa acción fue, a todas luces, indebida,

Décimo cuarto: sin lugar a dudas necesitamos inversión y necesitamos enviar señales positivas, pero no es a través de la simulación y de la alienación de nuestro patrimonio natural y cultural, de eso ya conocemos bastante los mexicanos. La lectura que han dejado esas experiencias es de que en México todo se puede hacer si se tiene suficiente dinero para el cabildeo de alto nivel y para salirse con la suya y que, por lo tanto, las leyes y normas se pueden esquivar o simular su cumplimiento, todo con tal de que se inviertan esos dólares frescos. El proyecto en Punta Banda tampoco se adecua al marco legal y viola los ordenamientos locales de uso de suelo. Por ello este ha sido impugnado legalmente con argumentos estrictamente jurídicos y de derecho,

Décimo quinto: no creemos que sea importante, pero probablemente no vivimos mejor que usted que va a Las Vegas y se reúne con inversionistas millonarios a tomar café. También debe saber que, como juez que fue, el suponer lo que creemos, pensamos o sentimos no es SABERLO de cierto, sino sólo especulación,

Décimo sexto: aunque no lo parezca, esta controversia ha resultado sumamente positiva porque ha puesto sobre la mesa la necesidad de que los ciudadanos conozcamos mejor el lugar en el que vivimos y de que valoremos adecuadamente nuestro patrimonio cultural y natural antes de decidir que hacemos con él. Racionalmente manejado, ese patrimonio nos puede dar muchos más elementos para el desarrollo sustentable que un proyecto como el referido. En vez de destruir sus verdaderos tesoros y convertirlo en una zona excluyente, sólo para el uso y disfrute de unos cuantos millonarios extranjeros, se debe de aprovechar el potencial de Punta Banda para el turismo alternativo, educativo, de aventura, rural y ecoturismo a través de la creación de un parque nacional o estatal con infraestructura apropiada, y centros interpretativos accesibles a TODOS los ensenadenses y bajacalifornianos. La generación de empleos locales mejor pagados mientras se conserva el patrimonio natural y cultural puede producir significativos ingresos para la región así como crear las muy necesarias atracciones para los turistas nacionales e internacionales.

Décimo séptimo: totalmente de acuerdo, los ensenadenses tenemos la palabra, el poder y la responsabilidad de decidir si nos interesa o no nuestro patrimonio natural y cultural y qué queremos hacer con él, por eso TODOS seremos responsables de lo que pase con este proyecto.

Respetuosamente, 

Moisés Santos-Mena,

Coalición Viva Punta Banda.

2 comentarios:

  1. La criminilización de acciones ciudadanas es una práctica muy común por los gobiernos cuando dichas acciones cuestionan los intereses del Estado y de las Empresas, los intereses del poder. Aislar y calificar de "no normal" e "irracional" también.
    Mientras tanto los del poder institucional del Estado (que se vende a y se compra por el dinero) y los del poder Económico (que se colude con el político) se jactan de racionales, correctos, honestos, moralmente buenos, etc...
    Táctica más que trillada pero muy muy usada...
    Todo lo que no genere dinero, no es "racional" para ellos, todo lo que no esté en sus canones, no está "fundamentado por la razón...
    Ja, los patos le tiran a las escopetas.
    Gerardo Montes de Oca

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  2. Recuerdo el momento. Fue en la acantilada costa de Punta Banda (el lugar más altivo del litoral bajacaliforniano) donde mi acompañante me asaltó con una pregunta: "¿Qué piensa usted de nuestra tierra?" Y sin reflexionar, automáticamente le respondí: "pienso... pienso que es... otro México". Y yo fui quien se quedó estupefacto. "¿Por qué?" me preguntaba después "he llamado a esta tierra otro México?" ¿Por qué, siendo otro, es México?.

    Se me derrumbaron las 30,000 palabras de reportajes enviados, publicados y acogidos con benevolencia por la crítica. Me sentí defraudado y me sentí un embaucador. De la realidad bajacaliforniana, hasta entonces, había escrito precisamente lo obvio, lo superficial, lo sensacional y lo que creí oportuno. Se me había escapado lo más importante: lo que tenía sentido, lo que llevaba implícito un mensaje y un signo.

    Hubo que volver atrás. Regresar nuevamente a los caminos, al desierto, a los hombres. ¡Mas atrás aún! A la Historia, a los hechos que fueron... la clave de los hechos que son. Así empezó a gestarse este libro: en una revisión regresiva... tratando de aclarar el significado de una intempestiva y sincera respuesta.

    Fernando Jordán,
    "El Otro México, Biografía de Baja California"

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